Una correcta conservación frigorífica nos permite alargar su vida útil de una manera considerable, no obstante una mala manipulación del producto o una incorrecta instalación frigorífica podría provocar la obtención de un producto no deseado, por lo tanto, una correcta instalación es vital para la obtención de un producto apto para el consumo humano.
Un buen almacenaje debe de evitar daños en los bulbos, estos presentan una mayor vida útil de post-cosecha son aquellos que presentan un alto contenido de sólidos, cuellos cerrados y catáfilas externas secas. Por lo contrario un adelanto en la cosecha provocaría una importante disminución de su calibre y por lo tanto de rendimiento.
La condición óptima para el almacenamiento de ajo es de -3ºC y 70% H.R, además tenemos que dejar el espacio suficiente en la cámara para poder tener una correcta circulación y así evitar cualquier acumulación de humedad.
Los brotes de ajo crecen muy lentamente mientras se encuentran en las cámaras frigoríficas, sin embargo, cuando rompemos la cadena de frío comienzan a crecer rápidamente, tanto más cuando más tarde sea.
Hay que evitar la presencia de otros productos en la misma cámara frigorífica ya que el ajo sólo admite la presencia de cebolla.
Un ajo de buena calidad tiene que estar limpio, blanco (o de otros colores típicos de la variedad) y bien curado.
El equipo de Bernad® refrigeración es especialista en el montaje de cámaras frigoríficas para conservación de ajos y cebollas (consúltenos).