Esta condensación consiste en dejarla fluctuar libremente en función de la temperatura ambiente. Este sistema de ahorro, puede adaptarse a instalaciones individuales, pero donde manifiesta sus mejores resultados es en instalaciones dotadas con centrales frigoríficas.
La energía consumida por una instalación de este tipo en refrigeración es de un 30 - 35% menos que de una instalación normal.
Ventajas:
- Menor consumo.
- Menor impacto medioambiental.
- Menor mantenimiento.
- Menor desgaste de los compresores.
- Menor probabilidad de fugas.
- Menor nivel sonoro de los compresores.
- Amortización inmediata.